La vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Salud, doctora Zelandia Matos, y la directora de la escuela, maestra Elizabeth Pérez Duval, encabezaron la actividad.
Estévez Pérez, durante su exposición, habló sobre las fases de desarrollo de un fármaco, siendo la primera de éstas los estudios preclínicos, los cuales pueden tardar de dos a cinco años, período en el que se intenta probar la eficacia y seguridad del medicamento en diferentes especies animales.
Agregó que en esta etapa la investigación se centra en demostrar la estabilidad del medicamento y evaluar su toxicidad, siendo el momento en el que se registra la patente.
Dijo que luego de esto prosigue lo que se denomina como ensayo clínico, donde se realiza la primera administración de un medicamento en humanos, en grupos reducidos que van de 20 a 100 pacientes, procediendo a determinar en este punto la dosis máxima tolerada.
Resaltó que en una segunda fase se aumenta a 1000 personas el número del grupo de sujetos participantes, evaluando aquí los llamados efectos secundarios; mientras que en una tercera fase, el número de pacientes utilizados en el estudio se eleva por encima de los mil, y se pasa a confirmar los beneficios terapéuticos y la seguridad del medicamento, autorizándose su comercialización.
La especialista manifestó que se debe realizar farmacovigilancia de manera permanente a los medicamentos comercializados, debido a que al producirlos se conoce sólo algo de su eficacia, poco de su futura efectividad y muy poco de su seguridad.
Indicó que la industria farmacéutica, los establecimientos y servicios de salud, públicos y privados, los profesionales del área de la salud y los pacientes en sentido general, tienen la obligación de notificar cualquier situación sobre un medicamento al Sistema de Farmacovigilancia, a través de los mecanismos establecidos para estos fines.
La farmacovigilancia se define como una disciplina regulada por la autoridad sanitaria, con actividades relativas a la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro problema de salud relacionado con ellos.
En la actividad estuvo presente además, la coordinadora de la cátedra de Farmacognosia y Tecnología Farmacéutica, maestra María Magdalena Antigua, así como docentes y estudiantes de la Escuela de Farmacia.