En la investigación se colectaron plantas que contienen agentes activos que contribuyen a inhibir el crecimiento de las células que producen cáncer, en un porcentaje que alcance el 50%
El papel fundamental de la Ciencia es crear conocimientos, y de manera colateral generar desarrollo en las diferentes sociedades. La tendencia actual está orientada a utilizar las investigaciones para ofrecer respuesta a las diferentes problemáticas sociales y aportar instrumentos que contribuyan al bienestar colectivo.
De acuerdo a las estadísticas, los diferentes tipos de cáncer registran un incremento en todo el planeta, pero en el país, la mayor incidencia la tienen el cérvico uterino y de mama en la mujer, mientras que en los hombres el de próstata se ubica entre los que se produce con mayor frecuencia. Cada año se registran cerca de 600 mil defunciones como consecuencia del cáncer mamario, mientras que en muchos países del tercer mundo, el de cérvix es la primera causa de mortalidad entre las mujeres.
La Ciencia registra hallazgos de significativa trascendencia en el orden de fortalecer la lucha contra esa devastadora enfermedad y de realizar aportes importantes al “conocimiento universal”.
En ese plano de trabajo, nuestra Universidad cuenta con una batería de investigadores, que permanentemente, con sus exploraciones, realizan inmensos aportes al desarrollo de una cultura investigativa en la República Dominicana.
Dentro del arcoíris de investigaciones desarrolladas por los científicos uasdianos, está el caso del maestro Quírico Castillo, quien desarrolló durante cinco años una importante investigación con el objetivo de identificar actividad biológica anticancerígena en especies dominicanas de la familia Asteraceae. En su investigación, el profesor de Química colectó 35 plantas que, en diferentes proporciones, contienen agentes activos que contribuyen a inhibir el crecimiento de las células que producen cáncer, en un porcentaje que alcance el 50%.
Castillo, junto a un equipo de investigadores, trabajó sobre cinco líneas celulares humanas, dos líneas de cáncer de mama, una línea de cáncer de colon, una línea de cérvix y otra de cáncer de pulmón. El hallazgo más importante de su investigación, titulada “Biosprospección Anticancerígena en Especies Dominicanas de la Familia Asteraceae”, es que la planta con la mayor actividad anticancerígena es la Eupatorium illitum. La Asteraceae es una planta de la familia botánica cosmopolita (que aparece en cualquier parte del mundo, principalmente en el trópico), cuenta con aproximadamente 1,500 géneros y unas 23 mil especies, lo que deslinda un amplio campo de investigación para la Ciencia.
En el país, hay una gran cantidad de especies de la citada familia que no han sido estudiada, lo que pone en el tintero de la comunidad investigativa un conjunto de plataformas alternativas para continuar con la generación de nuevos conocimientos. “El criterio de selección de las especies consistió en la utilización de la técnica Etnobotánica, que consiste en el uso del conocimiento popular sobre esas especies, como criterio válido para crear conocimiento; y de la Quimio taxonomía, que plantea el uso de plantas de la misma especie, ya que producen moléculas iguales”, explicó Castillo durante una conferencia.
La conferencia de Castillo se efectuó en el salón de postgrado de la Escuela de Matemática, como parte de la celebración del 49 aniversario de la Facultad de Ciencias. La sustancia contenida en esta flora inhibe el crecimiento de las células cancerígenas.
“Estudiamos en un primer proyecto 11 plantas, luego 24 y tenemos pendientes colectar otras cinco, y para nuestro agrado hemos encontrado que todas ellas tienen actividad anticancerígena en mayor o menor grado”, dijo el investigador, que recibe financiamiento para dos proyectos de investigación por parte del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt).
Plan de trabajo El plan de trabajo desarrollado por Castillo, consiste en: colectar las plantas, secarlas en la sombra, convertirlas en polvo, sacar un extracto limpio, aplicar la técnica llamada cromatografía para obtener moléculas puras. La Cromatografía, que consiste en aislar moléculas puras. Esas extracciones puras, de las plantas analizadas, son enviadas por el investigador Quírico Castillo a la Universidad de la Laguna para que el doctor José Padrón identifique la actividad biológica anticancerígena que poseen.
“El ensayo preliminar se hizo en un cáncer no humano, que fue en el cáncer de riñón de mono verde africano, y ahí fue que evidenciamos que todas tenían potencial anticancerígeno. Las pruebas se realizaron en la Universidad Las Lagunas en Tenerife, academia que apoya el proyecto de investigación”, manifiesta el investigador.
El estudio del profesor de la Facultad de Ciencias de nuestra Universidad podría identificar importantes hallazgos que conduzcan a la generación de una patente para comercializar medicamentos. “Esas plantas son importantes porque tienen sustancias que pueden curar distintos tipos de enfermedades. Entre todas las posibles sustancias que hay, existe otra que tiene un gran efecto medicamentoso; es la Partenium Hysterophorus”, explicó el profesor de Química e investigador del Instituto de Química de la UASD, Quírico Castillo.
LAS PLANTAS
Las plantas estudiadas crecen en distintas zonas de la geografía nacional, como en la Sierra de Bahoruco, y otras en la provincia Hermanas Mirabal, Independencia, Puerto Plata y el Parque Nacional José Armando Bermúdez. De las 35 plantas estudiadas, una es conocida por la población con el nombre popular de Altamisa, y otra llamada Parthenium hysterophorus, que se encuentra en cada rincón del país.
SOBRE LA INVESTIGACIÓN
Además de la UASD y la universidad de Tenerife, en el estudio participan las universidades de Las Palmas de Gran Canaria (España) y de Nevada (Las Vegas, EE.UU.). La investigación tuvo dos fases.
La primera consistió en identificar cuáles plantas tienen actividad anticancerígena y la segunda en aislar y estudiar la sustancia que tiene la planta seleccionada responsable de esa actividad. En una investigación posterior, cuenta Castillo, se colectarán cinco especies de Astereacea que solo usan en la medicina tradicional (Etnobotánica).