La pérdida de agua potable, por desperdicio y por averías, es extraordinariamente elevada, lo que se constituye en un factor que evita que miles de familias reciban en los grifos de sus casas el preciado líquido.
En vista de esta grave problemática que, según estudios, provoca que se pierdan unos 170 millones de galones de agua diariamente, de la que sirve la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) en el Gran Santo Domingo, se hace necesario que se adopten medidas en la dirección de eficientizar su uso.
En ese contexto, un investigador de nuestra Universidad creó un dispositivo óptimo de tuberías a presión que funciona por gravedad, que según explica, ayuda a mejorar, tanto en costo como en aprovechamiento, el suministro y abastecimiento de agua a través de la tubería.
El profesor de Ingeniería Guaroa Henríquez inventó el sistema por medio de fórmulas matemáticas, con las que consiguió un diámetro adecuado de la tubería.
El manejo de ecuaciones matemáticas por parte del investigador lo llevó a obtener conclusiones exitosas para la articulación de argumentos científicos que le sirvieron de plataforma para crear un sistema que puede usarse en cualquier acueducto.
“Es claro que al operar cualquiera de los modelos matemáticos conocidos para estos fines, lo normal y frecuente es que se llegue a un diámetro teórico, es decir, diferente a los diámetros comerciales que ofrecen los fabricantes de tuberías”, dijo.
En la República Dominicana es muy frecuente que muchos diseñadores escojan el diámetro mayor, en materia de tuberías, sin antes valerse de los buenos conocimientos científicos y empíricos, como es costumbre en la buena ingeniería, dice el estudio del maestro de larga data.
“Toman esas decisiones creyendo que se van del lado de la seguridad, sin tomar en cuenta qué diría una verdadera planificación al respecto”, acota el investigador.
De acuerdo a la investigación, que tuvo la colaboración de la bachiller Eridania López Martínez, el diámetro mayor es mucho más costoso y en un momento puede llevar a conducir un caudal superior de agua al establecido en el diseño.
“Esto puede tener consecuencias, ya que por un lado puede perjudicar la distribución equitativa del agua y por ende el aprovechamiento adecuado de cada fuente, y por otro lado, se incurre en costos perjudiciales”, apunta Henríquez en su estudio.
La investigación propone la creación de un Plan Nacional Hidráulico que se constituya en la guía para que cada sector reciba la cantidad de agua que necesita.
El desarrollo de la República Dominicana depende, entre otros factores, del aumento de la disponibilidad de agua, de la protección de su calidad y de su uso en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales.