Domingo Batista
Muy diferente a otras ocasiones, la gran mayoría de los dominicanos no tuvo en las navidades de 1963 la alegría que siempre es su característica. Y no era para menos. En esa ocasión el país vivió una de sus navidades más tristes.
Pesar, indignación y congoja eran las expresiones en los rostros de la población. Los quisqueyanos de nobles sentimientos no tuvieron motivos para unirse a sus congéneres de otras naciones que celebraron eufóricamente la época navideña.
La razón fue que el 21 de diciembre de ese año, en los días en que empezaban a sentirse las frías brisas invernales, el líder revolucionario Manolo Tavárez Justo fue asesinado vilmente, junto a 28 de sus compañeros, en Las Manaclas, San José de las Matas.
Pese a su saldo negativo, en términos de pérdida de vidas valiosas, esta acción haría que la semilla conspirativa en contra del Triunvirato de 1963 germinara positivamente y –casi dos años después- surgiera un indetenible movimiento social que barrió con las bases golpistas.
Para llevar a cabo la sublevación, Tavárez Justo dividió en tres el país, formando las regiones Norte, Sur y Este, que a su vez se subdividían en cinco frentes y que estaban en La Horma, Norte; Bahoruco, El Limón y Los Quemados, Sur; y Loma La Colorada, Este.
Los acribillados eran los integrantes del Frente Guerrillero Enrique Jiménez Moya, que pertenecían a la región Norte.
Ese genocidio fue perpetrado por militares del Ejército Nacional y la casi totalidad de la población quedó altamente consternada, porque Manolo y sus seguidores fueron acribillados con las manos arriba y desarmados.
La acción recordó hechos similares ejecutados por la decapitada tiranía del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Como en otras ocasiones, el país perdió a jóvenes que luchaban por el respeto a la Constitución de la República, que había sido mancillada con el golpe de Estado al entonces presidente Juan Bosch, el 25 de septiembre del 63.
El derrocamiento del profesor Bosch trajo como consecuencia la conformación de un gobierno ilegal, compuesto por Donald Reid Cabral, Emilio de los Santos y Manuel Enrique Tavares Espaillat.
La masacre de ese grupo fue más indignante porque se produjo dos días después de que el triunviro Tavares Espaillat había pedido (el día 19), a través de una red radial y televisiva, que depusieran sus armas y se entregaran.
En esa alocución, el triunviro prometía que –si se entregaban- les serían respetados sus vidas ysus derechos.
Aunque algunos de ellos no estuvieron de acuerdo con la entrega, los integrantes del Frente Enrique Jiménez Moya formaron una comisión para negociar la rendición.
Sin embargo, a las diez y treinta minutos de la mañana del día 21, una patrulla del Ejército, sin importar que los insurrectos portaran banderas blancas, estaban sin armas y con los brazos levantados, abrieron fuego y los eliminaron a mansalva.
ISA COMENTA GUERRILLAS
Al tocar el tema de las guerrillas del 1963, el dirigente izquierdista Narciso Isa Conde manifestó que esa acción fue la respuesta dada por el Movimiento 14 de Junio al Golpe de Estado gestado por los sectores de la derecha dominicana, tanto civiles como militares y eclesiásticos.
Isa Conde estima que –después de la caída del gobierno democrático de Bosch- todos los grupos sociales liberales entendieron la necesidad de luchar y combatir en las calles al Triunvirato surgido de la alevosa acción golpista.
Señala que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) jugó un papel de suma importancia para despertar al pueblo dominicano.
Significó que la gran mayoría de los dirigentes que se dispersó por los cuatro puntos cardinales a orientar a la población, pertenecía a la estructura profesoral y estudiantil uasdiana.
Recordó que la Primada de América fue el centro de atracción para que los diversos grupos sociales del país se coordinaran, a fin de dar una respuesta contundente a los golpistas.
Asimismo, el dirigente del Movimiento Caamañista destacó los esfuerzos realizados por el grupo Fragua y la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) para movilizar las masas y reclamar la vuelta a la Constitución.
Apuntó que “los profesores, estudiantes y empleados de la UASD se prepararon efectivamente con los demás sectores para luchar activamente en contra de quienes habían mancillado la voluntad de la mayoría en las elecciones de 1962”.
Tuvo palabras de admiración para figuras como Manolo Tavares Justo, Asdrúbal Domínguez, Diómedes Mercedes (fallecido recientemente), Amín Abel Hasbún, Alexis Licairac, Tony Barreiro, Andrés María Aybar Nicolás, Rafael Kasse Acta y Fernando Morbán Laucer.
De igual modo, mencionó a Luis F. Thomen, Alberto Malagón, Luis Ibarra Ríos y muchos otros nombres de patriotas que se inmolaron para que en el país imperara el respeto a la “Ley de Leyes”, como en muchas ocasiones se denomina a la Constitución.
Puede decirse que el genocidio del alzamiento guerrillero de Manolo en Las Manaclas fue otra de las acciones que multiplicaron las semillas de concientización del pueblo dominicano en contra de los negadores de los Derechos Humanos y la democracia en la República Dominicana.