Desde febrero de 2014, todas las instancias y estructuras que conforman la Universidad Autónoma de Santo Domingo se encuentran involucradas en la implementación de un Plan de Mejora con el propósito de obtener la acreditación internacional definitiva por parte de la Red Internacional de Evaluadores, RIEV, entidad cuyo propósito es apoyar y articular los sistemas de acreditación de las instituciones de Educación Superior y de dar seguimiento a las comisiones de acreditaciones nacionales y regionales, estableciendo nexos de seguimiento con los responsables de las referidas delegaciones en cada país.
En marzo del 2013 se firmó un convenio con la RIEV, institución acreditadora a través del cual la Universidad obtuvo la acreditación preliminar por un año, condicionada a la elaboración de un Plan de Mejora y a su inmediata ejecución durante ese periodo, para poder obtener la Certificación definitiva por parte de la entidad evaluadora, como lo confirma Yuberkis Chevalier, sub directora técnica de la Dirección General de Gestión de Calidad de la UASD.
La presentación de un Informe Testimonial por parte de la RIEV, fue de los elementos que sirvieron como base para la estructuración del referido documento que recoge todas las áreas que requieren ser atendidas de cara a lograr la acreditación institucional definitiva. La estructura de la Universidad está compuesta por un conjunto de organismos que actúan interrelacionados entre si y que en cada caso, constituyen expresiones sistémicas para sus fines y funciones.
En el Libro de Acreditación Internacional, redactado para el caso UASD, se puede apreciar la siguiente clasificación: Estructura de Gobierno, Estructura Académica, Estructura Administrativa, Estructura Docente-Administrativa, Estructura de Empresas Productivas y Estructura Virtual.
Estas estructuras se relacionan de manera funcional, entrelazándose en el quehacer institucional de nuestra Universidad. En ese sentido, la Dirección General de Gestión de Calidad desarrolló un Taller de Socialización en el que participaron vicerrectores, decanos, directores de escuelas, institutos, directores de recintos, centros y subcentros y de los departamentos docentes y administrativos, con el firme propósito de trazar las pautas generales a los fines de llenar todos los requerimientos hechos por la RIEV, cuyos evaluadores internacionales, estarán presentes en la UASD a finales del mes de junio del presente año, para concluir el proceso de Acreditación Institucional Internacional.
El Plan de Mejora que ejecuta la UASD contempla la fijación de Objetivos generales y particulares en las áreas de Superestructura, Estructura Normativa, Estructura de Gobierno, Estructura Organizativa, Modelo Educativo, Perfil del Egresado, Planes de Estudios, Personal Académico, Líneas de Investigación, Difusión y Vinculación, Internacionalización, Infraestructura, Políticas de Financiamiento y Políticas de rendición de cuentas, entre otros importantes aspectos dirigidos a mejorar la calidad, equidad, pertinencia y cobertura de la educación superior.
Chevalier, quien participó junto a otros técnicos en la redacción del Libro para la Acreditación de la UASD, explica que para poder obtener la acreditación internacional definitiva la RIEV tiene como parámetro el establecimiento del modelo “V” en la educación superior, que se caracteriza por ser integral e integrativo. Como integral, relaciona la evaluación y la planeación como un proceso continuo e interdependiente que propicia un mejoramiento orientado, como integrativo involucra todos los componentes del proceso en las dimensiones micro, meso y macro.
Modelo educativo «V»
El modelo educativo sobre el cual la RIEV sustenta sus acreditaciones, se basa en cuatro ejes fundamentales: La atención, como percepción intencionada, la memoria como proceso organizativo y sistematizador de la información relevante, el razonamiento como relacionador de la información sistematizada y el juicio como generador de conclusiones, interpretaciones y predicciones acerca del objeto.
El patrón educativo “V” reconoce el concepto de organización universitaria, tanto desde su eje de función sustantiva, como: la docencia, la investigación, la difusión y la vinculación; como desde su eje de función adjetiva que tiene que ver con el conjunto de procedimientos, instrumentos y resultados académicos, organizativos, operativos y políticos.
“En las modalidades de evaluación se reconocen cuatro conceptos: autoevaluación, evaluación externa, acreditación y certificación profesional universitaria. También se utilizan los referentes institucional (ser), disciplinario (saber), profesional (saber hacer) y el social (saber para quién se es, se sabe y se hace) como paradigmas de confrontación entre los procesos y los resultados educativos”, explica Yuberkis Chevalier.
Beneficios de la acreditación para las IES
Las exigencias actuales en los niveles de calidad que deben exhibir las Instituciones de Educación Superior (IES) obligan a mantener altos estándares en el desempaño docente y administrativo. También, es importante demostrar que como IES se cumple con los criterios internacionales que garanticen la excelencia, tanto del servicio que ofrece el personal docente y administrativo, como de los profesionales que egresan de estas instituciones.
La acreditación internacional es el mayor impacto que pueden recibir las IES, pues no solo se recibe el reconocimiento internacional, lo cual garantiza un trato justo y equitativo con relación a otras entidades similares, sino que obliga a la institución a enmarcarse en un proceso de mejoramiento de la calidad de los servicios que se ofrecen, propicia la preferencia por la acreditación de sus recursos para que estos puedan ser acreditados a través de varios procesos de evaluación, lo cual conlleva una revisión exhaustiva del quehacer institucional o de la carrera o área a acreditar.
La publicación añade que: “en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el proceso de acreditación internacional ha abierto una puerta de posibilidades de mejoramiento que desde el primer día ha contribuido con el reconocimiento interno y externo del valor de nuestra universidad.
Se pueden citar, entre otros, el proceso de documentación del Sistema de Gestión de Calidad y del mismo proceso de acreditación, la participación entusiasta de toda la familia universitaria, contribuyendo a su unificación en torno a su Alma Máter y el desarrollo de la cultura de evaluación donde la concepción de esta como una herramienta de fiscalización va dando paso a la de herramienta de planeación”.