UASD organiza conferencia sobre el papel histórico del refranero popular

Santo Domingo, R.D. La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a través de la Escuela de Filosofía, de la Facultad de Humanidades (FH), organizó una conferencia titulada “Papel histórico del refranero popular en la formación de la identidad nacional del pueblo dominicano”, a cargo del doctor en filosofía José Fletes Morillo.

La actividad, que formó parte de  la jornada “24 horas de Filosofía,  se  realizó en el lobby de la Facultad de Humanidades,  en honor a la memoria inmortal de los maestros  Tomás Novas y Omar Simé,  y tuvo como propósito difundir  los conocimientos  e investigaciones filosóficas para que puedan llegar a cada estudiante.

Fletes Morillo definió los refranes como dichos  populares anónimos que son nativos y endémicos de los pueblos, con una  finalidad de  transmitir una enseñanza o mensaje instructivo, moral o de sabio, estimulando al  individuo la reflexión moral e intelectual.

Expresó que en República Dominicana existen una gran cantidad de refrenes que identifican a los dominicanos en cualquier parte del mundo, que significan o hacen alusión a una situación que esté pasando en el momento  o que vaya a pasar.

Indicó que nuestros antepasados los utilizaban para referirse a un acontecimiento o  para predecir un hecho, se convirtieron en parte de la identidad o conocimiento  de  cada pueblo, llegando hasta  atravesar fronteras.

Mencionó los más utilizados por los dominicanos, entre los cuales señaló: Se cree que es la última Coca Cola  en el desierto, lo cual significa que una persona es más importante o el centro del universo;  Pan comido, se refiere a algo simple o fácil, y Me importa un comino o un pepino, se indica que para la persona no tiene ninguna importancia.

Igualmente, citó frases célebres, como:   Mi media naranja, mi otra mitad,  que se refiere a mi compañero, esposo, o pareja; Al pan, pan y al vino, vino, que expresa las cosas como son y son claro; Una papa caliente, señala un asunto dificultoso o engorroso que nadie quiere enfrentar y Coger los mangos bajitos, que demuestra que  toma la opción más fácil y de menor esfuerzo.