El ser humano por generaciones épocas y civilizaciones ha representado a través del teatro la realidad de su presente, pasado y sus utopías del futuro. Ha recreado e interpretando sus concepciones filosóficas, religiosas, sociales y políticas para influir en su condición humanística educativa y cultural.
El actor requiere de conocimientos y competencias para la creación y representación escénica del teatro. Su lenguaje gestual y su expresión verbal influyen en las emociones, conductas y comportamientos. El teatro se convierte en un medio de reflexión y proyección para reflejar de la sociedad su sincretismo, originalidad y cultura.